Durante la semana del 20 al 26 de julio, 5 jóvenes provenientes de distintas escuelas del SINEM, decidieron aceptar la invitación que les hicimos para participar en la presentación de la orquesta de Cámara Harmony Pochote, dedicaron largas horas a estudiar las obras y a lograr la integración con nuestra orquesta de cuerdas. Y como siempre la magia natural de este pedacito de paraíso, los hechizó, “las mejores vacaciones productivas “así definió uno de ellos esta experiencia, que la noche del sábado 25 de julio tuvo su clímax, “el Concierto”. Esta vez, nuestro agradecido “espacio” se convirtió de nuevo en escenario, quiero decir en escenarios, ya que por primera vez se diseñó este espacio para contener dos escenarios, el principal para la orquesta de Cámara, y el otro para el “ensamble” de Jazz, proyecto del profesor Raúl Ibarra, que cada día toma mas fuerza.
Esta vez sonaron los vientos: el oboe y la tuba, también se hizo presente la percusión, y como resultado la admiración de nuestra querida audiencia, que con sus aplausos nos brinda el mejor regalo para recompensar el esfuerzo de todos y cada uno de estos jóvenes valores.
Nuestro eterno agradecimiento a estos jóvenes , músicos invitados, que , aun sin saber a donde iban, desde distintos y distantes lugares del país, empacaron sus maletas, cargaron su instrumento y emprendieron un viaje al encuentro con la música…su pasión.
La música es magia, y es a través de ella que se rompen barreras, de tiempo y espacio, todos estos jóvenes , ya no solo son compañeros en Orquesta, son amigos son hermanos en un viaje, con un norte muy bien definido , tocando puertos regalando sonrisas y esperanzas, así pasó el domingo 26 de julio en la Comunidad de Paquera, en donde nuevamente se presentaron , ante un público “atípico”, el cual asombrado y respetuoso , escucho las tres interpretaciones de la Orquesta y la participación del “ensamble” de Jazz, nos hicimos presentes en un evento “en las fiestas populares” , esto es proyección cultural, la salsa, el merengue y el reggaetón, dieron espacio a la música clásica y durante algunos minutos, aquel salón improvisado se transformó en un escenario, desde donde la Escuela de Música Harmony Pochote demostró que si es posible, que lo estamos logrando y que muy pronto esa Orquesta Sinfónica Peninsular será una realidad.
Cada experiencia es un aprendizaje, esa es la base del desarrollo cultural .
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